viernes, 17 de marzo de 2017
jueves, 16 de marzo de 2017
sábado, 8 de marzo de 2014
Campaña para el BDS Académico por Palestina
Llamado a la Comunidad Académica
Hace dos años nos pusimos en contacto con ustedes, como miembros de la comunidad universitaria, para pedirles que firmasen un manifiesto de apoyo a la campaña de Boicot, Desinvesiones y Sanciones (BDS) a Israel. Es posible que hayan oído que el BDS ha tenido un enorme crecimiento en el último año. Por este motivo hemos decidido retomar esta campaña con el objetivo de conseguir nuevas firmas y, esta vez sí, hacerlas públicas como forma de mostrar nuestro apoyo a las justas reclamaciones de la población palestina.
El BDS, una estrategia no-violenta impulsada por la sociedad civil palestina el año 2005, se está demostrando como la única alternativa efectiva para presionar a Israel a la hora de respetar los derechos humanos y la legalidad internacional. Creemos que el mundo académico no puede mantenerse ajeno a este debate. En el último año el físico Stephen Hawking y hasta cuatro asociaciones académicas de los EEUU se han sumado al boicot académico como forma de apoyar el llamamiento hecho por la sociedad civil palestina el año 2005. Asimismo, la Unión Europea ha establecido un novedoso boicot de facto a toda colaboración con universidades y centro de investigación israelís situados en territorios ocupados.
Adjuntamos algunos fragmentos de un libro en castellano sobre el BDS que será publicado en breve y que explica el crecimiento del BDS académico en los últimos años por todo el mundo. Igualmente, los siguientes artículos explican también el crecimiento el BDSy en qué consiste la campaña.
http://www.eldiario.es/ catalunya/campana-BDS-Israel- funcionando_0_225027638.html
http://internacional.elpais. com/internacional/2014/02/10/ actualidad/1392033417_885893. html
http://internacional.elpais. com/internacional/2014/02/02/ actualidad/1391365354_914350. html
http://www.rebelion.org/ noticia.php?id=180355
http://www.bdsmovement.net/ victories
http://internacional.elpais.
http://internacional.elpais.
http://www.rebelion.org/
http://www.bdsmovement.net/
Dado el tiempo que ha pasado desde que se recogieron las firmas, creemos que lo correcto es avisar que relanzamos la campaña y, lógicamente, dar la oportunidad de retirar su firma a quien lo considere oportuno. Igualmente, es posible que haya habido cambios en su estatus académico que deseen comunicarnos. Por este motivo les pedimos que si quieren retirar su firma (o modificar algún aspecto de la misma) nos lo hagan saber en los próximos días. A principios de la semana que viene empezaremos a buscar nuevas firmas.
En el siguiente enlace está la lista de firmantes para que puedan revisar su descripción si lo consideran oportuno.
Aquí el manifiesto:
No tenemos ninguna duda que, dado el contexto actual, habrá un enorme incremento en el número de firmas.
Dossier sobre el Boicot Académico a Israel
VVAA: BDS por Palestina. El boicot al apartheid y la ocupación
israelíes.
Edición de Luz Gómez. Madrid,
Ediciones del Oriente y del Mediterráneo, 2014.
(http://www.orienteymediterraneo.com/index.html)
BDS académico (textos seleccionados):
1. PACBI: Convocatoria de Boicot al Sector Académico
y Cultural de Israel
2.
Aitor Hernández Carr: El boicot académico a Israel: de los márgenes al centro del
debate
3.
Héctor Grad: Las experiencias previas de
solidaridad: balance crítico y lecciones aprendidas
****************************************
1.
Convocatoria de Boicot al Sector Académico y Cultural de Israel
6
de julio de 2004
Campaña Palestina para el Boicot
Académico y Cultural a Israel (PACBI)
Considerando la opresión colonial
del pueblo palestino por parte de Israel, que se basa en la ideología sionista
y comprende:
·
La negación de su responsabilidad
en la Nakba —en particular por las oleadas de limpieza étnica y los desalojos
que crearon el problema de los refugiados palestinos— y, por lo tanto, la
negativa a aceptar los derechos inalienables de los refugiados y los
desplazados, que estipula y protege el derecho internacional;
·
La ocupación militar y la
colonización de Cisjordania (incluida Jerusalén Oriental) y Gaza desde 1967, en
violación del derecho internacional y las resoluciones de la ONU;
·
El sistema arraigado de
discriminación racial y de segregación contra los ciudadanos palestinos de
Israel, que se asemeja al extinto sistema de apartheid en Sudáfrica;
Dado que las instituciones
académicas israelíes (en su mayoría controladas por el Estado) y la gran
mayoría de intelectuales y académicos israelíes han contribuido directamente al
mantenimiento, la defensa y la justificación de las formas de opresión
anteriormente citadas, o han sido cómplices de ellas a través de su silencio,
Teniendo en cuenta que todas las
formas de intervención internacional para obligar a Israel a cumplir con el
derecho internacional o poner fin a la represión de los y las palestinas,
manifiesta de muchas formas, incluidos el asedio, la matanza indiscriminada, la
destrucción arbitraria y el muro colonial del Apartheid, han fracasado hasta
ahora,
En vista del hecho de que los
ciudadanos concienciados de la comunidad internacional, los académicos y los
intelectuales históricamente han asumido la responsabilidad moral de luchar
contra la injusticia, como lo demuestra su lucha por abolir el apartheid en
Sudáfrica a través de diversas formas de boicot,
Reconociendo que el creciente
movimiento de boicot internacional contra Israel ha expresado la necesidad de
que exista un marco de referencia palestino que esboce sus principios
rectores,
En el espíritu de la solidaridad
internacional, la coherencia moral y la resistencia a la injusticia y la
opresión,
Nosotras y nosotros, académicos e
intelectuales palestinos, exhortamos a nuestros colegas de la comunidad
internacional a que de manera general y constante, y como contribución a la
lucha para acabar con la ocupación, la colonización y el sistema de apartheid
practicados por Israel, participen en el boicot de todas las instituciones
académicas y culturales israelíes mediante la aplicación de las siguientes
medidas:
1.
Abstenerse de participar en toda
cooperación, colaboración o proyecto conjunto de carácter académico o cultural
con instituciones israelíes;
2.
Defender el boicot de las
instituciones israelíes en los ámbitos nacional e internacional, incluida la
suspensión de todas las formas de financiación y las subvenciones a estas instituciones;
3.
Promover la desinversión en
Israel de instituciones académicas internacionales;
4.
Trabajar en defensa de la
denuncia de las políticas israelíes mediante resoluciones urgentes para que
sean aprobadas por asociaciones culturales y organizaciones académicas y
profesionales;
5.
Apoyar directamente a las
instituciones académicas y culturales palestinas sin que tengan que asociarse
con sus homólogos de Israel como condición explícita o implícita para que se dé
el apoyo.
Suscrito por: Federación Palestina
de Sindicatos de Profesores y Empleados Universitarios • Federación General
Palestina de Sindicatos • Red Palestina de ONGs, Cisjordania • Federación de
Docentes • Federación de Escritores Palestinos • Liga Palestina de Artistas •
Federación de Periodistas Palestinos • Unión General de Mujeres Palestinas •
Asociación de Abogados Palestinos y decenas de otras federaciones, asociaciones
y organizaciones de la sociedad civil palestina.
2.
El
boicot académico a Israel: de los márgenes al centro del debate
Aitor
Hernández Carr
La
introducción de la campaña de Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel
(BDS) en el ámbito académico ha sido un proceso lento y difícil. Desde nuestro
punto de vista este proceso de largo recorrido puede ser dividido en tres
grandes etapas. La primera abarcaría desde los inicios del siglo XXI hasta el
ataque a la franja de Gaza del invierno de 2008-09 (la Operación Plomo
Fundido). Durante esos años el boicot académico era una línea de acción
incipiente que poco a poco se fue dando a conocer en el ámbito universitario. A
partir de la Operación Plomo Fundido y sus devastadoras consecuencias para la
población de Gaza, se inició un periodo de extensión y crecimiento de los
colectivos y las campañas que, de diferentes maneras, impulsan el BDS en el
ámbito académico. Finalmente, en 2013 se produjeron una serie de «éxitos» del
boicot académico que hicieron que éste captara una gran atención tanto entre
los medios de comunicación como entre la comunidad científica, y pasara de los
márgenes al centro del debate político sobre Israel/Palestina. Explicaremos
pues el recorrido del boicot académico desde sus inicios hasta la actualidad
según estas tres fases.[1]
En
2004 se creó la Palestinian Campaign for the Academic and Cultural Boycott of Israel
(PACBI), formada por académicos e intelectuales palestinos, que emitió un
comunicado en el que realizaba un llamamiento a sus pares de la comunidad
internacional para que implementasen un boicot académico a las instituciones
universitarias israelíes. Pese a que ese fue el momento en que se establecieron
las pautas de lo que hoy conocemos como el «boicot académico a Israel», ya a
principios de siglo habían surgido algunas iniciativas desde la comunidad
académica que iban en esta misma línea. En 2002 una carta publicada en el
diario The Guardian por dos
académicos británicos que pedían una moratoria del acuerdo de cooperación
científica entre la Unión Europea e Israel fue firmada por más de 700
profesores universitarios de todo el mundo (incluyendo algunos israelíes). En
2005 la Association of University Teachers (AUT) del Reino Unido votó a favor
de una propuesta que llamaba al boicot de las universidades Bar-Ilan y Haifa.
Asimismo, en 2006 la National Association of Teachers in Further and Higher Education
(NATFHE), también del Reino Unido, aprobó una moción que apoyaba al boicot
académico. Si bien ambas resoluciones fueron finalmente revocadas, el debate
mediático que suscitaron sirvió para ir introduciendo el BDS y el boicot
académico en el ámbito universitario.
El
Reino Unido jugó un papel central a la hora de abrir el debate sobre el boicot
académico e hizo que se diese a conocer más allá de sus fronteras. La
proliferación de núcleos de activistas y campañas que se produjo a partir del
ataque a Gaza del invierno de 2008-09 se benefició en gran medida de la
experiencia y de la atención mediática que se habían producido en el Reino
Unido.[2]
Los
primeros años también sirvieron para que a partir del debate y las experiencias
prácticas se fuese perfeccionando el texto de la PACBI que establece qué es y
qué no es objeto de boicot según las directrices del BDS. En este sentido, a lo
largo de los años se han ido modificando aspectos del texto presentado en 2004,
siendo la última versión de 2010. Un motivo fundamental ha sido precisar con la
máxima claridad posible que el boicot propuesto tiene como objetivo a las
instituciones israelíes y no a los universitarios de dicho país. Esta voluntad
de modificar el manifiesto original para mejorarlo muestra que estamos ante un
proceso dinámico en el que se ha mantenido un diálogo constante con el fin de
adecuar las directrices del boicot en función de las lecciones aprendidas de su
aplicación práctica.
La
campaña para el boicot académico a Israel entró en una segunda fase a raíz del
ataque a Gaza de finales de diciembre de 2008, en el que murieron 1.453
palestinos. A partir de ese año se multiplicaron las campañas y secciones
nacionales. Algunos ejemplos serían: la Plataforma para el Boicot Académico a
Israel (PBAI) en el Estado español, la Association des Universitaires pour le
Respect du Droit International en Palestine (AURDIP) en Francia, la Indian
Campaign for the Academic and Cultural Boycott of Israel (INCACBI) en India, o
la US Campaign for the Cultural and Academic Boycott of Israel (USACBI) en
Estados Unidos. Asimismo, en 2010 se produjo el primer encuentro europeo en que
delegaciones de un gran número de países se encontraron en París para crear una
red de contactos y coordinar esfuerzos.
Unos
meses después del ataque a Gaza, el 20 de agosto de 2009, el académico israelí
Neve Gordon publicó un artículo en Los
Angeles Times, que posteriormente sería publicado también por The Guardian, con el elocuente título de
«Boycott Israel». Gordon no fue el primer profesor israelí en apoyar el boicot
académico. Desde 2008 existe el grupo israelí Boycott from Within que asume
como propios los postulados del BDS. Asimismo, un puñado de universitarios,
entre ellos Ilan Pappé, ha defendido públicamente la necesidad de adoptar el boicot
a Israel como medida de presión. Pero el caso de Neve Gordon supuso un salto
cualitativo por varios motivos. En primer lugar porque Gordon no apoyaba el
boicot hasta ese momento y explicó su decisión como «la dolorosa conclusión» a
la que había llegado analizando el devenir de los acontecimientos. Asimismo, al
ser una figura relativamente conocida en Israel y publicar su cambio de postura
en importantes cabeceras de la prensa internacional, su caso adquirió
considerable notoriedad. Algunos destacados políticos israelíes, incluyendo un
ministro, pidieron que fuese apartado de la actividad académica. Todo ello
originó un gran debate tanto en la prensa israelí como en la internacional.
Las
amenazas recibidas por Neve Gordon produjeron un amplio movimiento de
solidaridad internacional que recogió un gran número de firmas en su apoyo. A
partir de entonces, la recogida de firmas de académicos de todo el mundo para
peticiones de boicot puntuales se ha convertido en uno de los recursos
disponibles en este ámbito. Así, una carta enviada a Catherine Ashton por
universitarios europeos consiguió más de 500 firmas, o un manifiesto contrario
a la celebración de una conferencia internacional en la Universidad Hebrea
recabó alrededor de 400 firmas en apenas cuatro meses. A medida que el boicot
académico ha ido dándose a conocer y extendiéndose, se han ido creando redes,
formales e informales, de miembros de la comunidad universitaria con una gran
capacidad para recoger una cantidad considerable de firmas en poco tiempo.
A lo
largo de los años los estudiantes universitarios han ido adquiriendo un
creciente protagonismo en el activismo a favor del BDS. La primera señal de
este protagonismo se produjo durante las semanas que duró el ataque a Gaza de
diciembre de 2008, cuando hubo un gran número de ocupaciones de espacios
simbólicos en centros universitarios británicos. A partir de ese momento, si
bien las actividades de los estudiantes han sido muy variadas, ha destacado su
rol en el ámbito de las desinversiones. Se han lanzado campañas en un gran
número de universidades (especialmente de los Estados Unidos y Gran Bretaña)
con un doble objetivo. Por un lado se ha buscado que las universidades retiren
sus fondos (desinviertan) de empresas que tienen presencia en Israel y/o que
contribuyen o se benefician de la ocupación de tierra palestina. Por otro, se
han lanzado campañas para romper los contratos que dichas empresas tienen con
las propias universidades.[3]
Finalmente, un evento vinculado al boicot académico, y en el que tienen un
papel destacado los estudiantes, es la Semana del Apartheid Israelí. Se trata
de una convocatoria internacional en la que a lo largo de una semana se
celebran diferentes tipos de actividades denunciando la situación de la
población palestina y explicando la campaña BDS (en 2013 se celebró en más de
150 ciudades).
En el
ámbito de los sindicatos universitarios también se han producido hechos
destacables. Así, en 2009 la sección universitaria del Canadian Union of Public
Employees (CUPE) votó a favor de adoptar el boicot académico a Israel. También
a partir de 2009 el principal sindicato del Reino Unido (UCU) votó a favor de
varias resoluciones que condenaron de forma explícita las políticas
desarrolladas por el Estado de Israel. Por último, en 2013 el sindicato irlandés Teachers Union of Ireland (TUI) votó a favor
de adoptar el boicot académico a Israel, y se convirtió así en el primer
sindicato universitario de Europa en adoptar dicha medida.
A finales de 2009 se dio el
primer caso en que una universidad votaba formalmente si adoptaba o no el
boicot académico a las universidades israelíes. La Universidad de Trondheim en
Noruega, la segunda en importancia del país, tomó en consideración una
propuesta impulsada por una parte de su profesorado. Si bien la propuesta fue
desestimada por la junta de gobierno de la universidad, se originó una enorme
controversia política y mediática que, nuevamente, traspasó las fronteras de la
propia Noruega. En 2011 la Universidad de Johannesburgo sí que votó a favor de
romper todos sus vínculos con la Universidad Ben-Gurion, en lo ha sido la mayor
victoria del boicot académico hasta el momento. La decisión llegó después de
que más de 400 profesores apoyasen dicha medida y de recibir el apoyo explícito
de figuras como el premio Nobel de la Paz Desmond Tutu. Aparte de ser la
primera universidad en adoptar una medida de estas características, el impacto
de la noticia se multiplicó por la carga simbólica que representa que el primer
país en adoptar una decisión de este calibre haya sido precisamente Sudáfrica,
país cuya lucha contra el apartheid es el modelo en que se inspira la campaña
BDS.
2013,
el año del gran salto adelante
2013
seguramente será recordado como el momento en que el debate sobre el boicot
académico a Israel dio el gran salto adelante. En dicho año se produjeron tres
hechos, de diversa índole, que no solo tuvieron un gran impacto en su momento,
sino que seguramente lo seguirán teniendo en años venideros. Los tres sucesos
en cuestión son: la decisión del físico Stephen Hawking de sumarse al boicot
académico a Israel; el voto a favor del boicot académico por parte de cuatro
asociaciones universitarias de Estados Unidos; y las nuevas directrices de la
Unión Europea en materia científica que establecen un boicot de facto a los
centros académicos israelíes situados en territorios ocupados. A continuación
abordaremos con cierto detenimiento estos tres acontecimientos.
En
mayo de 2013 se supo que Stephen Hawking había decidido no asistir a una
conferencia en la Universidad Hebrea de Jerusalén a la que había sido invitado
por el presidente de Israel Shimon Peres. Hawking no emitió un comunicado
explicando su decisión, sino que lo hizo la organización de apoyo al boicot
académico del Reino Unido (BRICUP). En dicho comunicado se dejaba claro que
Hawking apoyaba el boicot académico al afirmar que el físico había tomado la
decisión de «respetar el boicot, a partir de su conocimiento de Palestina y de
los consejos unánimes de sus contactos académicos de allí». Ante el gigantesco impacto
de la noticia, la Universidad de Cambridge emitió un comunicado en que negaba
que el motivo de su no asistencia fuera el apoyo al boicot académico y afirmaba
que se trataba de «problemas de salud». A las pocas horas la misma Universidad
de Cambridge tuvo que emitir un nuevo comunicado en que se retractaba de sus
afirmaciones al haber recibido una notificación de la oficina de Hawking
señalando que el comunicado de BRICUP era correcto y que se había publicado con
su permiso. Si bien se trata de un gesto «simbólico», la enorme relevancia
pública de Stephen Hawking ha hecho que su decisión sea considerada un punto de
inflexión en la trayectoria del boicot académico.
En
diciembre de 2013 los miembros de la American Studies Association (ASA) votaron
a favor del boicot académico a Israel. Si bien unos meses antes ya lo había
hecho la Association for Asian American Studies, la ASA es la asociación de
mayores dimensiones que ha adoptado esta decisión y su posicionamiento tuvo un
enorme eco mediático en Estados Unidos. Pocas semanas después otras dos
entidades anunciaron que también se sumaban al boicot. La importancia de este
hecho estriba en que se trata de las primeras asociaciones académicas que
apoyan formalmente el boicot, abriendo la vía para que otras hagan lo propio, y
también debido al hecho que esto haya sucedido en Estados Unidos.
Las
posiciones favorables al BDS y al boicot académico han tenido siempre grandes
dificultades para hacerse oír en Estados Unidos. No obstante, en los últimos
años ha habido muestras de que se están produciendo ciertos cambios en el
escenario académico estadounidense. En 2009 se publicó el primer manifiesto en
el que un grupo de académicos instaba públicamente al boicot académico a
Israel. En 2010 se creó, tal y como hemos señalado anteriormente, un colectivo
para impulsar el boicot académico (USACBI). Asimismo, figuras de renombre como
la filósofa Judith Butler han decidido apoyar el boicot académico. Todo ello
coincide con, o es fruto de, un progresivo desplazamiento del posicionamiento
de los miembros de la comunidad académica, muy especialmente entre los
estudiantes y profesores más jóvenes, respecto a la temática Israel/Palestina.[4]
Del
voto de la ASA y las reacciones posteriores pueden extraerse varias
conclusiones. En primer lugar, no puede obviarse que la reacción en contra de
esta decisión ha sido muy potente. Aparte de reacciones furibundas de algunos
representantes políticos, más de 100 rectores de universidades de Estados
Unidos han emitido comunicados en contra del boicot, y la ASA ha recibido todo
tipo de presiones, que van desde la retirada de fondos hasta medidas legales
contra su decisión. Sin embargo, la polémica suscitada ha tenido también
diversas consecuencias beneficiosas para los objetivos de la campaña BDS. En
primer lugar ha situado esta temática en un plano destacado de la agenda
mediática. En segundo, ha abierto un espacio para que voces no convencionales
(en este caso favorables al boicot) tengan la oportunidad de exponer sus
argumentos en las páginas de The New York
Times o The Washington Post,
entre otros. Y en tercer lugar, que el debate ha girado alrededor de unos
parámetros radicalmente diferentes a los que acostumbran a marcar el debate
sobre Israel/Palestina en los grandes medios de comunicación.
El
cambio en los ejes del debate merece una reflexión más detallada. La polémica
sobre la decisión de la ASA ha mostrado que la discusión por las campañas del
BDS ya no gira alrededor de cuestiones como la «seguridad» o el «terrorismo»,
sino que en gran parte se centra en (la violación de) los derechos de los
palestinos por parte de Israel. Esto es, en hasta qué punto se están vulnerando
sus derechos y si ello justifica o no una acción como el BDS. En este sentido,
es significativo que prácticamente todos los articulistas reconozcan en sus
escritos que se está produciendo algún tipo de violación de los derechos de la
población palestina por parte del Estado de Israel. Incluso aquellos que están
en contra del boicot se han visto forzados a entrar en la discusión de si es
correcto o no caracterizar a Israel como un régimen de apartheid para la
población palestina, y si el boicot debe ceñirse exclusivamente a los territorios
palestinos ocupados o si debe afectar al conjunto del Estado de Israel. Un
debate en estos términos supone, aún más en el caso de EEUU, un cambio radical
respecto a la forma en que la problemática ha sido planteada tradicionalmente.
El
tercer y último ejemplo atañe a la UE. En el verano de 2013 se filtró a la
prensa que la UE había elaborado unas directrices sobre las relaciones en el
ámbito científico con Israel que incluían una cláusula que exigía que sus
fondos no llegasen a centros de investigación situados en territorios ocupados.[5] La
primera reacción del Gobierno de Israel fue negarse a aceptar tal cláusula, con
lo cual se abría la posibilidad de que Israel quedase fuera de una convocatoria
de gran importancia (Horizon 2020) que iba a ser aprobada en breve. Tras unas
semanas de negociaciones y desencuentros se alcanzó un pacto. Por un lado se
mantenía la exigencia de la UE de excluir a los centros de investigación
situados en territorios ocupados. Por otro, el Gobierno de Israel consiguió que
fuesen los propios centros israelíes quienes supervisasen que no se produjese
dicha transferencia de recursos, y consiguió añadir una cláusula que apuntaba
que este acuerdo no prejuzgaba cuáles debían ser las fronteras de Israel en
caso de un futuro acuerdo de paz que incluyese una definición de fronteras.
Unos
meses más tarde, en enero de 2014, el Gobierno de Alemania anunciaba su
intención de aplicar también una cláusula a sus acuerdos en materia científica
con Israel para excluir a los centros de investigación, públicos y privados,
situados en territorios ocupados. El hecho de que fuese Alemania, gran aliado
de Israel en Europa, el primero en anunciar estas medidas causó cierta sorpresa
y, al mismo tiempo, dio pie a entender que, tarde o temprano, el resto de
países de la UE acabarían adoptando una política similar. En relación con la
decisión del Gobierno alemán, es necesario destacar que detrás estaba la
presión recibida desde sus universidades, un hecho que se mencionaba de forma
escueta en las crónicas periodísticas.
La
medida adoptada por la UE, y más por Alemania, era difícil de imaginar hace
apenas unos años. Se trata de una muestra del rápido cambio que se está
produciendo en este terreno y de los efectos que la acumulación de campañas de
boicot académico a lo largo de los años y en diferentes países puede acabar
teniendo. También indica que Europa tiene un papel y una capacidad de presión
política sobre Israel mucho mayor de lo que ha demostrado hasta el momento. No
en vano es el principal socio de Israel tanto en el ámbito comercial como en el
de cooperación científica. Prueba de esta capacidad de presión es que, si bien
Israel afirmó inicialmente que de ninguna manera firmaría un acuerdo que
implicaba un boicot de los asentamientos, lo acabó haciendo ante la perspectiva
del perjuicio simbólico y económico que supondría quedarse fuera del programa
Horizon 2020.
3.
La campaña de boicot al apartheid académico israelí en el Estado español
Héctor
Grad
Las
experiencias previas de solidaridad: balance crítico y lecciones aprendidas
La solidaridad con Palestina
tiene una larga tradición en las universidades de todas las regiones del Estado
español. Tradicionalmente, esa acción solidaria se ha reflejado en la
organización de multitud de actividades informativas y formativas sobre la
ocupación israelí de Cisjordania y Gaza, la consiguiente vulneración del
Derecho Internacional (DDHH, políticos, económicos, sociales y culturales), las
perspectivas de paz y los procesos de negociación abiertos a partir de los Acuerdos
de Oslo, proyectos de cooperación con la población ocupada, etc. La mayor parte
de las actividades informativas surgía de individuos o grupos de áreas
relacionadas con el mundo árabe y las relaciones internacionales. Asimismo, en
general, los proyectos de cooperación surgían de iniciativas individuales y se
enmarcaban en proyectos universitarios propios o en asociación con distintas
ONG’s de desarrollo con proyectos en Palestina.
Al igual que en otros ámbitos de
la solidaridad con Palestina, la respuesta al llamamiento de más de 170
organizaciones de la sociedad civil palestina y de todas las universidades
palestinas (a través de la Campaña Palestina de Boicot Académico y Cultural a
Israel, PACBI) en 2005 fue tibia. Para entender esta debilidad de la campaña,
debemos tomar en cuenta tanto razones objetivas como razones subjetivas. Entre
las primeras, debemos constatar el bajo nivel de colaboración institucional
existente entre universidades del Estado español e israelíes (en general,
limitada a contados convenios de intercambio de estudiantes y profesorado),
pese a su incremento desde los gobiernos del PSOE en los años 80. Entre las
razones subjetivas, debemos reconocer la debilidad del movimiento de
solidaridad con Palestina en las universidades del Estado Español (con honrosas
excepciones en Cataluña y Euskadi) y su orientación tradicional a acciones
puntuales de denuncia, cooperación dependiente de la política de Estado y
trabajo de lobby institucional.
Por todas esas razones, la
campaña BDS solo tomó impulso como reacción a la Operación Plomo Fundido de
ataque a Gaza a finales de 2008. El ataque dio lugar a la primera coordinación
de los miembros de la comunidad universitaria comprometidos en la solidaridad
con el pueblo palestino, por iniciativa de la Asamblea de la
UNED de Solidaridad con Palestina.
La operación llevó a las personas
y colectivos de distintas universidades a promover declaraciones de condena a
la violación de DDHH y, específicamente, a que las instituciones universitarias
de Gaza fueran objetivo prioritario del ataque israelí. En general, la
estrategia de estos colectivos fue aprovechar la posición y los contactos
institucionales para intentar que los responsables académicos asumieran y
llevaran las propuestas a los órganos de gobierno de la Universidad. Pese a la
diferente experiencia previa de solidaridad en las distintas universidades y al
distinto grado de aceptación o rechazo de la moción por los responsables académicos,
el resultado de estas gestiones fue bastante similar: en el mejor de los casos,
los responsables diluyeron el contenido de las declaraciones y, sobre todo,
dilataron su decisión, a veces incluso argumentando la voluntad de emitir
declaraciones conjuntas con otras universidades.
Los colectivos comprometidos con
la solidaridad vieron en esta experiencia las limitaciones del trabajo de lobby
tradicional. Esta lectura resaltó, por un lado, la necesidad de un trabajo más
sistemático y enraizado en la comunidad universitaria para evitar que los
representantes institucionales sigan eludiendo su responsabilidad de aplicar
los artículos de salvaguarda de los DDHH y la libertad académica incluidos en
la mayoría de los estatutos de nuestras universidades. Así, a partir de esta
experiencia, se organizan en distintas universidades colectivos estables (como
Autónom@s por Palestina en la UAM, Taula por Palestina en la UIB, Asamblea
Universitaria Palestina-AUPA en la Universidad de Alicante, los colectivos de solidaridad
de la Universidad Politécnica de Cataluña, de la Universidad de Sevilla, de la
Universidad del País Vasco y otros) que, sin abandonar la solidaridad y la
cooperación tradicional, coinciden en la estrategia de BDS académico como línea
de acción fundamental.
El segundo resultado de esa
lectura crítica fue la necesidad de reforzar las redes de coordinación e
intercambio de experiencias entre universidades. Así, se establece la Comisión
Universitaria Catalana por Palestina (CUNCAP) en marzo de 2010 y, poco después,
la Plataforma Estatal por el Boicot Académico a Israel (PBAI).[6]
La PBAI reúne a todos los colectivos (e individuos) del personal docente e
investigador, de administración y servicios y de estudiantes que desarrollan la
campaña de BDS académico en las universidades del Estado.
El
desarrollo del boicot académico en el sistema universitario español
Desde entonces, la PBAI pretende
impulsar un movimiento universitario solidario con la situación del pueblo
palestino, fomentar la crítica activa del sionismo y de sus políticas de
ocupación y apartheid y denunciar la complicidad de los Gobiernos Europeos ante
la sistemática vulneración de las resoluciones de Naciones Unidas, del derecho
internacional y de los derechos humanos de la población palestina por parte del
Estado de Israel. Asimismo, la PBAI recoge el llamamiento de la sociedad civil
y de la comunidad universitaria palestinas para que se aplique el boicot
académico a las instituciones universitarias israelíes y a quienes las
representan. Siguiendo la orientación de la PACBI, la campaña excluye del
boicot la actividad académica a título individual.
La PBAI forma parte de la
Plataforma Europea para el Boicot Académico de Israel (EPACBI) y trabaja en
estrecha colaboración con otras organizaciones a nivel internacional.
Especialmente significativa es su relación con la matriz palestina PACBI y con
su homóloga israelí (Boycott from Within).
Para cumplir sus objetivos, la
PBAI promueve las siguientes actuaciones:
·
Presionar a los Gobiernos
autonómicos, español y europeo para que apliquen sus propios compromisos de
respeto a los derechos humanos y establezcan una moratoria en el acceso de las
instituciones académicas israelíes al Espacio Europeo de Educación Superior y al Espacio Europeo de
Investigación en tanto el Estado de Israel no respete el derecho internacional
y cumpla con las resoluciones de Naciones Unidas.
·
Pedir a las instituciones
universitarias, los centros de investigación y a sus miembros que presionen a
los Gobiernos para aplicar la mencionada moratoria, y, que, mientras ésta no se
aplique, suspendan todo tipo de colaboración con las instituciones
universitarias israelíes.
·
Trabajar para que las
instituciones académicas condenen las políticas israelíes que vulneren el
derecho internacional, los derechos humanos y las resoluciones de Naciones
Unidas.
·
Promover la desinversión en
Israel por parte de las instituciones universitarias y los centros de
Investigación internacionales y nacionales.
·
Apoyar a las instituciones
académicas palestinas y a su plantilla de trabajadores y trabajadoras. Luchar
contra la vulneración del derecho a la educación y la discriminación que sufre
la comunidad educativa palestina. Apoyar su participación directa en proyectos
europeos, sin necesidad de una contraparte israelí.
La primera iniciativa de la PBAI
fue una campaña de recogida de firmas en el marco del llamamiento de la
comunidad universitaria para acabar con la complicidad de nuestras
instituciones con el apartheid israelí[7]
en marzo de 2011. En un corto tiempo, esta campaña recogió cerca de 600 firmas
de apoyo de todos los sectores de la comunidad universitaria.
La consolidación de la red
estatal y de los grupos locales ha facilitado desde entonces actuaciones del
siguiente tipo:
·
La activación de campañas de rechazo a los
intentos de establecer relaciones institucionales de cooperación con
universidades israelíes. Entre las más recientes cabe recordar el rechazo a:
·
Los convenios de colaboración de la
Universidad de Vic con la Universidad de Haifa y el Rambam Health Care Campus.[8] Con la
firma de estos convenios, inscritos en la línea estratégica de
internacionalización, UVic pretende impulsar, junto con las instituciones
israelíes, programas de movilidad para profesores, investigadores y
estudiantes, así como cooperar para implementar grados y posgrados
interuniversitarios. Estos convenios convertirían a la UVic en cómplice activa
de instituciones que, como parte del sistema de apartheid, discriminan a la
población árabe-palestina de Israel en su acceso y progreso en los estudios, la
investigación y los servicios universitarios.
·
La concesión del doctorado honoris causa de
la Universidad Católica de Murcia a Benjamin Netanyahu, con el padrinazgo
académico de José María Aznar. La enumeración de las violaciones del derecho
internacional, incluyendo responsabilidad política en crímenes de guerra y de
lesa humanidad, y de los derechos humanos, políticos y culturales del pueblo
palestino perpetradas por candidato y padrino exceden el ámbito de este
capítulo.
·
Las actividades del Centro Sefarad-Israel,
institución del Ministerio Español de Asuntos Exteriores y Cooperación, como
promotor de los intereses israelíes en el sistema educativo, y específicamente
de la colaboración en el ámbito universitario.
·
El boicot directo a actividades de
representantes del sistema de investigación israelí en universidades del
Estado, como durante su asistencia al Parque Científico en la Universidad
Autónoma de Madrid en 2010.
La inserción en las redes
internacionales, asimismo, ha reforzado la participación de colectivos e
individuos de la PBAI en la Semana contra el Apartheid Israelí, una iniciativa
global para organizar una semana que concentre la denuncia del apartheid en las
universidades de todo el globo, y la participación en campañas internacionales
de denuncia como el llamamiento al boicot del Congreso Internacional de
Historia Oral previsto para junio de 2014 en la Universidad Hebrea de
Jerusalén. En este último caso, tras casi 400 adhesiones de todo el mundo, los
dos principales ponentes internacionales de la conferencia (Alessandro
Portelli, de Italia, y Mary Marshall Clark, de Estados Unidos) han cancelado su
participación.
Perspectivas:
próximas tareas
Pese a los avances realizados, a
la campaña de BDS académico del Estado español le quedan retos importantes en
aspectos centrales de su estrategia. Por orden de importancia, podríamos citar:
1. Lograr que nuestras universidades suspendan los
convenios de colaboración con universidades israelíes, específicamente:
- Colaboración institucional
- Investigación conjunta (armas, electrónica, seguridad,
energías, etc.)
- Intercambios de estudiantes y profesorado
- Acuerdos y proyectos existentes
2. Suspender la participación en proyectos de I+D
conjuntos con instituciones universitarias israelíes.
3. Evitar posibles inversiones de instituciones
universitarias en I+D israelí.
4. Impulsar declaraciones institucionales de condena de
violaciones de DDHH, sociales, culturales y, especialmente, de los derechos a
la educación y la investigación.
5. Apoyar la libertad académica en Israel y Palestina,
especialmente en cuanto al libre tránsito de estudiantes y profesorado de
universidades palestinas.
6. Extender
y consolidar los colectivos de BDS académico (hasta tener presencia en todas
las universidades públicas) y las redes regionales y estatales (CUNCAP, PBAI).
7. Reforzar
la comunicación con las redes internacionales (PACBI, EPACBI, USACBI),
asegurando la difusión y la visibilidad merecida de las campañas realizadas en
el Estado español.
8. Lograr
una presión efectiva sobre los Gobiernos regionales, español y europeo para
eliminar los privilegios de Israel en el ámbito de la educación y la
investigación, y específicamente suspender su participación en los Espacios
Europeos de Eduación Superior e Investigación (Horizonte 2020).
9. Reforzar el apoyo a universidades palestinas
promoviendo convenios de colaboración en áreas como:
- Intercambio de estudiantes y profesorado
- Practicas de cooperación internacional
- Programas conjuntos de estudio
- Investigación bilateral y multilateral (Espacio Europeo de
Investigación como Horizonte 2020) no condicionada a la existencia de
contraparte israelí.
10. Denunciar la persecución de individuos e
instituciones disidentes en Israel, como el juicio académico contra Ilan Pappe
en la Universidad de Haifa o la censura al trabajo del Departamento de Ciencias
Políticas de la Universidad Ben-Gurion de Beer-Sheva.
El logro de estos retos requiere
combinar acciones tradicionales de información, denuncia y formación con la
implicación en la campaña de colectivos de todos los sectores de la comunidad
universitaria (organizaciones sindicales y de estudiantes, representación en
órganos de gobierno como departamentos, juntas de gobierno y claustros) y
trabajo interuniversitario como la implicación de asociaciones científicas (por
área de conocimiento) y profesionales hasta lograr campus universitarios
efectivamente libres de complicidad con el apartheid israelí.
[1] Resulta
imposible apuntar todos los eventos relacionados con el boicot académico. Para
un anàlisis detallado veáse el siguiente timeline:
www.bdsmovement.net/timeline.
[2] El
British Committee for Universities of Palestine (BRICUP), impulsor del boicot
académico en el Reino Unido, es el colectivo europeo con más experiencia en
este ámbito y ha jugado un papel clave en la extensión del activismo a otros
países.
[3] Esta
línea de acción ha obtenido importantes resultados; algunos ejemplos pueden
verse en
www.bdsmovement.net/activecamps/stu.
[4] Sobre
este cambio en los campus universitarios de Estados Unidos véase el artículo
«In 2014, American Jewish leaders might lose control of the Israel debate», en Haaretz, 1.1.2014, y «Palestinian
activism grows at US universities», en Aljazeera.com,
9.12.2013.
[5] Para
entender esta postura hay que tener en cuenta, entre otras cosas, que desde
2012 existe una universidad (la Universidad de Ariel) que está situada en una
colonia en territorio ocupado y está formalmente integrada en el sistema
universitario israelí.
[7] Véase:
pebai.wordpress.com/2011/03/11/campana-de-recogida-de-firmas-a-favor-del-bds-academico-a-israel/
[8] Véase:
pebai.wordpress.com/2013/12/28/campana-en-contra-de-los-convenios-de-colaboracion-entre-la-universidad-de-vic-i-universidades-de-israel/.
miércoles, 9 de octubre de 2013
Músicos conniventes con la fuerza ocupante ¿homenajeando al Día de la Descolonización?
San Miguel de Tucumán,
9/10/13
Querido Compañero Miguel Ángel Estrella,
Muchas gracias por su rápida respuesta a nuestra
carta. Tiene razón, hay puntos que dejamos pasar, pensando que para una
persona involucrada en la lucha por la Descolonización –la de Palestina
incluida- serían sobreentendidos.
A saber: no le hemos pedido que discrimine a nadie; no estamos a
favor de la discriminación. Lo que le pedimos es un ejercicio de reflexión
acerca de la grilla de músicos que participan en vuestro homenaje.
Quienes seguimos la cuestión palestina de cerca, hemos recibido
con muchísima decepción y tristeza que músicos supuestamente comprometidos con
la lucha de los pueblos, como Teresa
Parodi, Víctor
Heredia y León
Gieco, desoyendo deliberadamente el pedido de la Sociedad
Civil Palestina al Boicot,
Desinversión y Sanciones (BDS) al Estado de Israel como forma no violenta de lucha contra las
continuas y sistemáticas violaciones de todos sus sucesivos gobiernos de diversas
Resoluciones de la ONU y de las Convenciones de Ginebra relativas a los
territorios palestinos ocupados, fueron adelante y dieron sus sendos conciertos
en Israel, ignorando además las numerosas cartas a ellos enviadas por los
compañeros palestinos y solidarios internacionalistas que prácticamente les imploraban solidaridad.
Pero nada: dichos músicos, dándose por sordos y ciegos,
cumplieron a rigor sus contratos. Las fechas de tales conciertos están
disponibles en todos los medios proisraelíes en sus versiones online (enlaces
arriba), los cuales felices y victoriosos nos cuentan cómo estos músicos han
actuado alegremente en Israel.
Esto ha sido muy dañino para la lucha palestina por su
liberación de la ocupación israelí. No sólo por significar un boicot frontal al
BDS, sino además porque dichos músicos, durante su visita a Israel, no hicieron
declaración pública alguna contra las flagrantes violaciones del Estado de
Israel. Al ignorar el clamor de la Sociedad Civil Palestina por solidaridad
internacional tras decenios de ocupación, estos músicos no hicieron otra cosa
que ayudar en forma directa al Gobierno de Israel a lavar su imagen ante el
mundo, comportándose como si la ocupación o la limpieza étnica en Palestina no
hubiesen existido nunca. Sin embargo, estaban ocurriendo en los mismísimos
momentos de sus recitales.
Si estos músicos fuesen realmente comprometidos con la
Descolonización, habrían actuado sin duda de otra forma. En vez de legitimar la
ocupación, se habrían identificado con la resistencia palestina a la
colonización de sus tierras, habrían aprovechado la oportunidad de la
invitación a Israel para alzar su voz denunciando la sistemática destrucción de
los barrios
y casas palestinas, la continua represión brutal de las marchas palestinas
no violentas en protesta por el muro
de la ocupación y segregación que encierra a este Pueblo en verdaderos
bantustanes, al mismo estilo de la Sudáfrica de la época del Apartheid.
Creemos que con músicos así participando en el Concierto, no se
puede tomar en serio este acto. Pensamos que se necesita gente más comprometida
con la lucha contra el colonialismo para representarnos a los argentinos en un
homenaje de esta índole. Vea bien: la Descolonización no es un proceso motivado
por un mero interés económico, como muchos puedan tener al defender
exclusivamente un territorio al que se pretenda explotar para obtener
beneficios de sus recursos naturales. La Descolonización es un proceso de
cambio Global, Universal, es un camino que nos debe llevar hacia un Mundo sin
saqueados ni saqueadores, un mundo regido por el respeto mutuo donde no sea más
necesario el sacrificio de la resistencia de los Pueblos al expolio. Esto no se
consigue con músicos conniventes con la fuerza ocupante.
Sobre su pregunta de quiénes dirigimos el Grupo Tucumán por
Palestina, le respondemos:
Nicolás Kozameh, Ingeniero,
Ismael Elias Adriss, Músico y Estudiante de Ciencias Políticas,
Anahi Vernet, Estudiante de Artes,
Elsa Ferrazzano, Cocinera,
David Comedi, Doctor e Investigador en Física.
Algunas de nuestras actividades: http://www.elperiodico.com.ar/2012/12/20/artistas-tucumanos-actuan-por-palestina/
Respetuosamente,
Grupo Tucumán por Palestina
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